La casa per Andrés Herrero e Itxaso Garmendia
Michele Costanzo
Andrés Herrero e Itxaso Garmendia sono una coppia di artisti, marito e moglie, che con le loro tre figlie Elisa, Cecilia e Claudia amano vivere nel conforto degli affetti dei propri familiari e degli amici; la loro casa è piena di bambini.
Essi vivono a Calzada de Coto in provincia di León, in Spagna: un piccolo centro che è una tappa del cammino de Santiago. In effetti, il paese rimane a qualche centinaio di metri dal Cammino, e se non si hanno particolari esigenze non è necessario attraversarlo. In sostanza il Camino si divide in due, un tratto continua lungo la strada, l’altro va a Calzadilla de los Hermanillos e poi a Mansilla de las Mulas per l’antica via Traiana.
Ma il territorio di Calzada de Coto, come ricorda José A. Pizarro Asenjo nel suo scritto, è stato anche attraversato dalla storia. A partire dal 218 a. C., infatti, c’è stata la dominazione romana che ha lasciato profondi segni soprattutto nell’organizzazione logico/pratica dello spazio: per le attività agricole, per le infrastrutture (come gli acquedotti, i collegamenti stradali), per gli insediamenti abitativi. E, poi, dopo molti secoli l’occupazione musulmana che ha lasciato l’importante impronta nei nuovi edifici del Románico-mudéjar, i cui più interessanti esempi, realizzati con il caratteristico mattone, nella provincia di León si trovano soprattutto a Sahún.
L’incarico di progetto della casa per il pittore Andrés Herrero e la scultrice Itxaso Garmendia, ha dovuto tener conto di tanti aspetti privati e pubblici, storici e legati alle tradizioni locali. Non ultimo ha inciso la bellezza del paesaggio della Médulas, tra il rio Sil e il rio Cobrera e del lago Carrucado e infine della sua luce naturale che avvolge ciò che si guarda, trasmettendo a tutto questo un senso che sembra andare aldilà della semplice percezione.
Per dare il significato del rapporto che doveva esprimere, nella relazione tra casa, famiglia, territorio, tradizioni e quant’atro, Pizarro si è ispirato al verso di una canzone della cantautrice Rosa León, “Barco quieto”, che recita: “Questa casa è la nostra forma di essere”.
E per questo motivo, l’architetto ha scelto la strada che punta ad interpretare questa sfuggente realtà senza cercare una diretta implicazione in senso iconico: sforzandosi di tradurla, interpretarla, ma senza sovrapporsi ad essa, mantenendo distinta, autonoma l’operazione del fare progettuale. Scegliendo, così, la strada riduzionista offerta da un linguaggio che impiega come supporto estetico una geometria essenziale, ed allusiva in senso formale alla complessità, all’intrico della vita che deve accogliere attraverso un’operazione, in sé metaforica, ma assolutamente ancorata al reale nella sua definizione figurale, che tende a porre l’oggetto e le parti che lo compongono come un insieme di cornici: cornici, che inquadrano la vita che si svolge nel campo vuoto che esse delimitano. Così, quello che Pizarro afferma è che questa casa è composta, disegnata nel suo intorno “da cornici quadrate, rettangolari, trapezzoidali”; alcune con forme a triangolo e a rombo che alludono alla prospettiva. L’architettura, in questo modo si smaterializza in una specie di gioco di rotazioni di figure, pur costituendo una sola unità, che nel loro girare attorno a sé stesse, consentono di vedere l’esterno, il paese e così sembrano rinnovare continuamente i loro messaggi figurativi nel momento in cui sono percepiti da angoli visuali sempre differenti.
Casa para una familia en el pueblo Calzada del Coto, León, España
José A. Pizarro Asenjo *
El núcleo familiar básico lo constituyen Andrés Herrero, Itxaso Garmendia y sus hijas Elisa, Cecilia y Claudia. Pero la casa siempre está llena de familiares, amigos y niños. El pertenece al prolífico clan de los Capellanes de Calzada, y la familia de ella tampoco es corta. Itxaso (1) es escultora y Andrés (2) pintor, dibujante e ilustrador.
La casa es reflejo de sus habitantes, hubiera ambicionado que fuera tan interesante como sus dueños, pero se que el arte, aunque sobreviva a las personas, es solo un recuerdo parcial de su rica complejidad.
Se debiera poder vivir el edificio con la sensación de algo propio pero que nunca alcanzas a conocer del todo.
"Esta casa es nuestra forma de ser"(3)
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Me propuse comenzar por el principio, conociendo a la gente que la habitara y a sus vecinos.
Viví el pueblo, oí sus historias, paseé sus campos, fue un amor imposible para un anciano urbano que no existió, porque trabajando no tuvo tiempo. Así iban surgiendo las ninfas, el palo del pobre, los hilorios, otras historias, costumbres… y leyendas.
Los Iberos aportaron a las costumbres posteriores la impronta de su tradicional hospitalidad
Roma invadió la península Ibérica hacia el 218 a. de C., empleó 200 años en conquistarla y explotó sus metales preciosos. La espectacularidad del paisaje de las Médulas, entre los ríos Sil y Cabrera y el lago Carrucado en la Provincia de León, procede de la técnica “Ruina montium” (4) de obtención de oro. Fue este yacimiento, a juicio de Plinio (5), el más importante de todo el imperio, en 250 años se obtuvieron 1.500 t. de oro. El empleo permanente de entre 15.000 y 60.000 esclavos con un altísimo índice de mortalidad explica el devastador efecto demográfico que produjo sobre las regiones colindantes.
La ocupación musulmana aportó el estilo Románico-mudéjar de construcción en ladrillo del que se conservan ejemplos en la próxima localidad de Sahún.
Calzada del Coto, como su nombre indica, siempre fue camino, primero hito en la vía Trajana y después bifurcación del Camino de Santiago, está en la parte leonesa de la comarca de Tierra de Campos y aparece en la documentación más antigua del monasterio cluniacense de Sahagún del siglo X. Muchos peregrinos eran menesterosos, enfermaban por el camino o corrían el riesgo de arrecirse en los crudos inviernos. La hospitalidad de los habitantes de Calzada era providencial. Las familias se turnaban en atender a los necesitados siguiendo el antiguo ritual del “Palo del pobre”.
Los tiempos cambiaron, los peregrinos actuales son ricos comparados con la población local que tiene una economía agrícola de supervivencia. Me contaba un vecino que siendo niño apareció un señorito a caballo y le pidió alojamiento para el equino, él le ayudó a meterlo en la cuadra de su casa. Más dolida, la ya anciana madre del chiquito, añadió el final de la historia: para alojar al caballo en el pequeño establo tuvieron que sacar sus vacas a dormir al relente del páramo y al día siguiente encontraron al caballero sirviéndose para el corcel de la escasa cebada de que disponían para sus animales.
Proliferaron los peregrinos y en las tertulias nocturnas los del pueblo comenzaron a contarles viejas historias de lobos que atacaban y bandidos que robaban a los viajeros. A estos lugares pudo referirse Doménico Laffi como escenario en el que un peregrino fue devorado por lobos (6). Esta narración se ha transmitido hasta hoy, de boca en boca, reduciendo el caudal de viajeros que escogían la alternativa trajana del camino.
Hasta tiempos recientes se ha seguido la tradición del “Palo del pobre” que obligaba, cada día a una familia distinta, a dar alojamiento y comida a cuantos necesitados lo solicitaban. Para el relevo se usaba como testigo una cruz de palo que se pasaba cada mañana a la puerta del vecino.
El carro de la hoguera. Calzada tiene dos espacios naturales, Mahudes al sur, en el que destaca el roble mirador, y el encinar de Valdelocajos. Este es comunal y una vez al año se obtiene de él la leña que necesitan los vecinos del pueblo. El día 14 de agosto se reúnen, antes de salir el sol, representantes de todas las familias del pueblo, al menos una persona por casa, según la disponibilidad pueden ser recios campesinos, ancianos, niños o finas señoritas. Juntos hacen montones iguales de leña, uno por familia que posteriormente se encargará cada cual de transportar. Hacia las diez de la mañana, vuelven juntos al pueblo cantando, en un carro abarrotado de ramas. Como final de fiesta las queman en hoguera la noche del 15 al 16.
De esta fiesta es la copla:
Madre cuando voy a leña
se me olvidan los ramales (7)
no se olvida una niña
que habita en los arrabales.
Hasta el año 1985 el presupuesto de Calzada del Coto superaba en poco el de una familia acomodada de ciudad.
Nunca tuvo farmacia, ni cine, ni estanco, ni piscina, ni pensión, ni banco, ni tienda, se abastece de vendedores ambulantes en furgoneta, y antiguamente con carro. El ferrocarril de Madrid a Galicia y Asturias dejó de parar en la vieja estación, que se convirtió en un recuerdo romántico, hasta su reciente derribo; queda la poética de las vías muertas. En los años 70, también se cerró la escuela.
Hay Ayuntamiento, albergue de peregrinos, una destilería de aguardiente, un bar y recientemente se ha abierto el segundo en una residencia de ancianos en construcción.
Quise proyectar una casa de pueblo. Ningún sitio debiera ser igual a otro, las personas no lo son.
Las referencias adquirieron abstracción, disfruté formulando relaciones insólitas y realicé la síntesis
Los edificios hacen ciudad, pero ¿cual es su papel en un pueblo? Lo rural está formado por escenas construidas, pero sobretodo paisaje y cielo. Esta casa enmarca el entorno con marcos cuadrados, rectangulares, trapezoidales, con forma de triangulo o rombo, y aporta referencias a las perspectivas. La arquitectura se desmaterializa, reconstruye una sola unidad con lo que le rodea y el pueblo renueva su personalidad al poderse percibir desde ángulos diferentes.
La casa debiera estar libre de ideas preconcebidas, no atada a cánones ni esclavizada por la belleza culta, para ello habría que renunciar a axiomas.
Con estos requisitos, ignorando las conclusiones que se alcanzarán ¿cómo buscar lo que se desconoce?
Para disfrutar el edificio de manera distinta según el estado de ánimo he empleado épicos chorros de sol, serenas luces difusas y reflexiones alucinatorias. Resté protagonismo a la fuente de luz para que luminosidad y arquitectura se fundieran entre si.
En espacios relativamente reducidos he pretendido que las perspectivas lejanas se diferencien de las más próximas enriqueciendo éstas con matices. Para ello he proyectado ejes visuales en diagonal para prolongarlos y he enriquecido con suaves luces de apoyo los contraluces permitiendo ver de cerca detalles imperceptibles a mayor distancia.
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Obra de Itxaso Garmendia |
Note
* Doctor arquitecto. Profesor titular de la Escuela técnica superior de arquitectura de San Sebastián, de la Universidad del Pais Vasco. Es autor de diversas publicaciones. Algunas de sus obras más significativas son:
1968-1990. Diversos Proyectos de Arquitectura Funeraria.
1972. Restauración de Santuario de Ntra. Sra. De Arrate en Eibar.
1975. Casa Mendiarrazgoikoberri en Legazpia.
1977. Grupo residencial Lécera en Zarauz.
1978. Casa Leze-Alde en Igueldo.
1982. Rehabilitación de la Casa Consistorial de Zumárraga.
1983. Cripta funeraria en el cementerio de Zumárraga.
1989. Taberna Ikatza en Astigarraga.
1982. Viviendas de Protección oficial en Intxaurrondo. San Sebastián
1995. Centro de Salud mental en Zumárraga.
1998. Viviendas para jóvenes en Toledo.
2005. Casa en Calzada del Coto. León
(1) Itxaso Garmendia se licenció en Bellas artes en la facultad de Bilbao. Es profesora de Dibujo en I.E.S.
Realiza en 1985, junto con Andrés Herrero y Javier Peralta, la decoración del hall del Ayuntamiento de Zumárraga.
Exposiciónes con el grupo “Nosotras”: En el Conservatorio de Ponferrada, en la Capilla de San Esteban de Astorga, en la casa de León en Madrid..
(2) Andrés Herrero es licenciado en Bellas artes. Obtuvo por oposición plaza docente en el Instituto de enseñanza secundaria Padre Isla de León. Ha realizado diversas exposiciones, es autor de la viñeta periódica del Perro turco en La Crónica de León.
(3) “Barco quieto” de la cantautora Rosa León.
(4) Ruina Montium: Se excavaban galerías en los montes arcillosos y se dejaba entrar en ellas súbitamente grandes cantidades de agua, acumulada en presas abastecidas por canales desde acuíferos situados hasta 35 km. de distancia; Así se derrumbaban montes con gran estruendo. Al fondo del valle un dique de piedras en seco y ramas dejaba pasar el agua y el lodo depositándose las pepitas de oro, más pesadas, en su fondo de donde acababan obteniéndose mediante cribado y lavado.
(5) “Naturalis Historia” de Plinio, Procurador de la Citerior: Asturias y Galicia desde el 79 a de C.
(6) Algunos sitúan más concretamente la escena en el sitio de Valdelocajo. “Viaggio a San Giacomo”, de Domenico Laffi
(7) Ramales: cuerdas para atar la leña
Credits:
Arquitecto: José Antonio Pizarro Asenjo
Arquitecto técnico: Juan José Pastrana Ledesma
Edificación por autoconstrucción con diversos participantes, entre otros:
Jefe de obra: Marcos Herrero
Albañilería: Los palomos. Cayetano Herrero, Andrés Herrero
Electricidad: Luis Herrero
Autore |
Data pubblicazione |
Volume pubblicazione |
COSTANZO Michele |
2008-10-27 |
n. 13 Ottobre 2008 |
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